Los cambios de sentido del arco son una parte permanente de la técnica del arco. Si se realizan en la parte superior del arco, se necesitarán movimientos del todo sencillos: es decir, sin necesidad de ayuda de los dedos o de la mano.
Cambiamos el sentido del arco en la parte superior sin ayuda de movimientos de los dedos o de la mano.
Otra cosa distinta ocurre con los cambios de sentido del arco en la parte inferior del mismo: aquí, junto a circunstancias favorables como el sentido e inclinación del arco actúan también inconvenientemente el peso mayor del arco y de la mano. Por eso es necesario estudiar los cambios de arco en el talón de manera pormenorizada.
Al acercarse el arco al talón (V) aumenta su peso propio, peso sobre la cuerda; con ello el sonido se intensifica. (Por eso, allí donde es posible, elegimos para el crescendo arcos V y para decrescendo arcos П). Nos convenceremos de ello si sujetamos el arco únicamente con dos dedos y tocando de manera regular con todo el arco.
El peso del arco sobre la cuerda es diferente en cada sitio del arco.
El sentido del arco provoca que la presión (el peso) del arco en la cuerda Sol/G – en una posición casi horizontal – es marcadamente superior que en la cuerda Mi/E – en una posición casi vertical.
Si queremos mantener al hacer arcos largos la misma intensidad de sonido en todas las partes del arco, tenemos que eliminar en los arcos V el crescendo indeseado y en los arcos П los decrescendos indeseados.
Eso se puede conseguir de dos maneras: o bien liberamos el golpe de arco V en el talón, eventualmente aumentamos la velocidad del golpe de arco en la punta cuando hacemos П.
O, Aligeraremos el arco en el talón; y también combinando ambos métodos.
Un peso propio irregular del arco sobre la cuerda lo equilibramos relajando o acelerando el golpe de arco, o aligerando el arco, eventualmente cambiando la presión sobre el mismo.
El golpe de arco lo relajaremos antes de realizar el cambio de sentido en el talón siempre y cuando la velocidad del golpe de arco nos lo permita.

Aligerar el arco es posible hacerlo de dos maneras. La primera es levantar el codo antes del cambio de sentido a una altura a la que toda la parte inferior del brazo quede como “colgando” del codo (imagen 20), al realizar el cambio de sentido en el talón en este caso no es necesario cambiar la posición de la mano ni de la muñeca, ni de los dedos que sujetan el arco.
Si aligeramos el arco levantando el codo, no necesitaremos movimientos de ayuda de los dedos y la mano en los cambios de sentido del arco en el talón.
Cabría aún una tercera opción para aligerar el arco: doblar los dedos antes del cambio de sentido, para que las terceras falanges de los dedos se alineasen con la mano, sin embargo, esta manera no la utilizamos porque eliminaríamos la oscilación de los dedos al cambiar de sentido el arco.
En los golpes arco Π que se sigue justo después de inmediato sin pausa tras el arco V, lo que afecta es la velocidad del pase del arco y la gravedad (atracción terrestre). Si ambos movimientos son lentos en el cambio de sentido V Π, es conveniente siempre (al igual que los cambios de sentido en la punta) cambiar el golpe de arco calmadamente con un simple gesto de cambio de sentido sin movimientos particulares de ayuda de la muñeca o de los dedos y sin importar la posición total del brazo.
Al tocar con “el codo alto” se pueden así suceder golpes de arco rápidos sin movimientos particulares de la muñeca o de los dedos.
Los cambios de sentido de los golpes de arco lentos y en el talón los realizamos igual que en la punta, sin ayuda de los movimientos de la mano y los dedos.
Otra cosa ocurre con los cambios de sentido del arco rápidos si el arco es aligerado de la segunda de las maneras, es decir, levantando la muñeca y relajando la mano o al tocar con el codo “medio alto”. La muñeca relajada recibe un impulso proveniente del antebrazo al realizar el cambio de sentido del arco.
Un cambio repentino de sentido provocará que la mano se levante hasta el sentido del antebrazo; los dedos relajados se adaptarán posteriormente a la nueva situación, es decir, casi al mismo tiempo se doblarán, dicho de forma precisa, se doblarán en el preciso instante en el que sea alcanzada la posición alineada de la mano con la muñeca.
El movimiento ascendente del codo es por lo tanto finalizado justo antes del cambio de sentido por el movimiento ascendente de la mano el movimiento de la mano es a su vez finalizado al doblarse los dedos y producirse el cambio de sentido del arco. Esta secuencia rápida de movimientos ocurre de manera del todo natural e inconsciente al tener una mano relajada, aunque puede ser estudiado de primeras de manera consciente, por separado y gradualmente. En el momento del cambio de sentido del arco la mano pasa de la posición ilustrada en la imagen 21 a la posición que se muestra en la imagen 22.

Los cambios de sentido veloces en el talón los realizamos de forma que en el arco V relajamos la mano, con ello se elevará la muñeca. El arco Π lo prepararemos suspendiendo la mano y el cambio de sentido lo llevaremos a cabo con unos dedos “entregados”.
La gravedad se manifestará – porque la mano desciende diagonalmente – con un acento y con un rebote. El acento es obra del índice; es por tanto necesario un modo de eliminar el acento indeseado; basta con levantar el índice justo antes del cambio de sentido del arco o al menos reducir su presión al mínimo. Levantar el índice, es, sin embargo, solo un método de estudio. En la imagen 23 se muestra la posición antes del cambio de sentido del arco V (a) y tras el cambio de sentido con el arco Π (b) con el levantamiento del índice.

El acento indeseado al cambiar de sentido del arco en el talón se elimina si estudiamos levantando el índice.
La capacidad de rebote del arco surge cuando los movimientos mostrados en la imagen 23 se producen súbitamente. Con esto se dice que los movimientos arrastrados llevan a un cambio de arco suave. La velocidad y el tamaño de estos movimientos de ayuda están en proporción directa a la velocidad del golpe de arco: los golpes de arco más lentos son llevados a cabo por gestos de ayuda más pequeños y más lentos y viceversa.
La capacidad de rebote del arco se puede estimular tocando con el arco más plano y toda la superficie de las crines.
El rebote indeseado del arco al realizar cambios de arco en el talón lo eliminamos con movimientos auxiliares calmados y arrastrados de los dedos y de la mano.
Si evaluamos las dos maneras de aligerar el arco expuestas anteriormente, valoraremos también un problema importante de la posición del brazo derecho. No analizaremos aquí las desventajas de la antigua manera de sujetar el arco con el codo pegado al cuerpo y el ejercicio de sujetar un libro entre el codo y el cuerpo debido a sus evidentes perjuicios en la movilidad de la mano y los dedos. Juzgaremos únicamente las ventajas e inconvenientes de una posición del brazo con el codo alto y con el codo medio-alto (esta es nuestras segunda manera de aligerar el arco) y esto precisamente en relación a los cambios de arco en el talón y en la punta.
Tocar con el codo bajo frena la movilidad de la mano y de los dedos.
Tocar con el codo alto es mucho más costoso y cansado que tocar con el codo medio-alto, especialmente con un tempo/velocidad más elevados.
Ello es así porque el brazo tiene que realizar grandes movimientos con su parte superior al tocar con todo el arco. Estos a menudo, generan la impresión como de “batir con un ala”, no muy bello y estético a la vista. La ventaja de tocar con el codo alto es la sencillez del movimiento y mayor resistencia al temblor de la mano.
Al tocar con el codo alto los movimientos del brazo son sencillos, sin embargo son cansados.
Tocar con el codo medio-alto requiere de relajación de las partes inferiores del brazo y una coordinación marcadamente difícil. Perom gracias a que los movimientos del antebrazo son complementados y equilibrados con movimientos auxiliares de la mano y de los dedos, se facilita la movilidad del arco al tocar en el talón.
La manera más natural y baja de mantener el conjunto del brazo por un lado cansa menos, por otro lado es más favorable a la capacidad de rebote del arco en los golpes de arco saltados porque resulta fácil reducir la presión de frenado que ejerce el dedo índice.
Por eso nuestra simpatía se inclina más bien a tocar con el codo medio-alto en vez de a tocar con el codo alto.
Para tocar con el codo medio-alto necesitamos relajar los músculos y realizar movimientos auxiliares de la mano y los dedos, sin embargo podemos cambiar de sentido ininterrumpidamente en el talón incluso al tocar rápido.
El camino para apropiarse los gestos suaves, elegantes de cambio de arco en el talón es relativamente fácil cuando tocamos con el codo alto: al tocar con todo el arco [1 1] moderamos la tensión al sujetar el arco en la medida en la que el codo asciende sin necesidad de usar especialmente los dedos o la mano. Al tocar hasta la punta normalmente aumentamos la presión sobre la vara, para que equilibremos el peso en retroceso sobre el arco.
Al tocar con el codo alto cambiamos el arco en el talón con un simple movimiento de antebrazo; mientras tanto moderamos en cierta medida la tensión al sujetar el arco.
Estudiamos los golpes de arco en el talón con el codo medio-alto, una vez que dominamos bien los ejercicios de movilidad descritos en el capítulo anterior. Luego de ello, procedemos de la siguiente forma:
a/ Primero estudiamos la coordinación del brazo derecho sin violín, así como está expuesto en el capítulo dedicado a la metodología elemental de aprendizaje en el n.45
Estudiamos los cambios de sentido del arco con el codo medio-alto: a/ imitamos el movimiento de cambio de sentido pero sin el arco, solo con la mano relajada.
b/ Estudiamos la relajación muscular de los golpes de arco con arco entero [1 1]. En el transcurso del golpe de arco reducimos la tensión de los dedos y de la mano y aligeramos el arco, de tal forma, que, el sonido se suavice.
El sonido comienza en la punta fuerte, con la muñeca plana y terminará siendo sonido suave al talón con la muñeca sobresaliendo y levantada. Los dedos están estirados al talón y sin tensión. Justo antes de terminar el golpe de arco en el talón, levantaremos el dedo índice. (imagen 21)

Estudiamos los cambios de sentido del arco: b/ estudiamos solo arcos V con relajación gradual; cuando terminamos el golpe de arco la muñeca esta doblada y elevada.
c/ Estudiamos golpe de arcos rápidos y con todo el arco [1 1] en la misma cuerda (ejemplo n.10); en el transcurso de cada arco cambiamos la sujeción del arco de tal forma que en el tercio inferior [1 3] levantaremos el índice y en los tercios intermedio y superior del arco [2-3 3] levantaremos el meñique, parecido a como lo hicimos en el ejercicio descrito en el último párrafo del capítulo dedicado a la sujeción del arco.
Sujetamos el arco sin presión, lo suficientemente relajado como para que la mano, al hacer el cambio de sentido, pueda automáticamente, sin esfuerzo propio moverse suavemente en la muñeca y para que el meñique y los dedos vecinos puedan doblarse moderadamente. No levantamos innecesariamente el codo.
Estudiamos los cambios de sentido del arco: c/ estudiamos con arcos enteros [1 1] alternando la función del índice y del meñique, controlando el sonido y la relajación del movimiento.
Si llevamos a cabo este ejercicio de manera consciente, será uno de los ejercicios más efectivos que existan para el arco. Lo tocamos el suficiente tiempo (1-3 semanas)
- hasta que tengamos la sensación de absoluta relajación de los dedos y la muñeca;
- hasta que el sonido en el talón sea igual de fuerte, o igual de suave que en la punta;
- hasta que el cambio de sentido lo llevemos a cabo de manera tan suave que no suene acento alguno, el arco no se atasque ni se desestabilice.
Primero estudiamos sobre cuerdas libres, también en dobles cuerdas, después en estudios fáciles con notas igual de largas. Tocando delante del espejo lo controlamos los movimientos del brazo y el sentido paralelo del arco respecto del puente.
d/ Estudiamos golpes de arco rápidos en el tercio inferior del arco [1 3] y en la misma cuerda (ejemplo 11). Los dedos no abandonan sus posiciones al realizarlos, sino que permiten la coordinación en el sentido de movimiento del arco tal y como lo hace la mano, como si estuviese colgando de la muñeca.
Estudiamos nuevamente hasta tener la sensación de relajación y de una sonoridad blanda. Los arcos V debe ser irreconocible por el sonido del arco П. Un signo de una buena manera de mover el arco es la elegancia en el movimiento.

Estudio de los cambios de sentido del arco d/: estudiamos golpes de arco cortos, rápidos en el talón con dedos y mano entregados y en relajación.
e/ Estudiamos los cambios de sentido del arco en combinación con los cambios de cuerda (ejercicio n.12):

Según el modelo del ejercicio 12 abordamos el ejercicio n.13 con los mismo movimientos auxiliares de los dedos y la mano del ejercicio anterior, pero con la diferencia de que el segundo tono lo acortaremos al tercio inferior del arco [1 3] y levantaremos el arco tras finalizarlo.
Verificaremos especialmente la relajación de los movimientos de la mano, justo antes de producirse el cambio de sentido del arco. El meñique tiene que ayudar más que antes al producirse los movimientos plegados, e incluso el brazo participará en que en el transcurso del arco irá hacia la cuerda siguiente. Los decrescendos los conseguiremos rebajando la presión del dedo índice.
Estudio de los cambios de arco e/: estudiamos el cambio de sentido en combinación con cambios de cuerdas.
Volveremos a estos cinco ejercicios siempre y cuando nuestra técnica del arco se vuelvan “duros/rígidos”. Podemos estudiarlos en combinación con un filtrado de la afinación si descomponemos la obra o pieza en notas de igual longitud.