La técnica del arco en esencia no es otra cosa que el constante cambio en la sujeción del arco, cambio en la posición del brazo derecho y cambio en la tensión muscular de cada uno de las partes del brazo en función de las demandas del sonido. Ya ha sido dicho anteriormente que la colaboración de todas las partes del brazo derecho – coordinación del movimiento – es una cualidad que queremos apropiarnos a tal grado que se vuelva inconsciente.
La esencia de la técnica del arco estriba en controlar la coordinación del movimiento de todas las partes del brazo.
Esta valiosa capacidad la conseguimos, en un principio separando los movimientos para más tarde juntarlos deliberadamente.
La mayoría de los violinistas no utiliza para la creación del sonido y la técnica del arco todas las opciones que la articulación de su brazo derecho les proporciona. Lo vemos de manera ejemplar en los principiantes mal formados: crean el sonido solamente con un movimiento ovalado con un brazo inmóvil y un movimiento proveniente de la articulación del hombro. No aprovechan ninguno de los demás movimientos que les brindan las manos. En una fase siguiente, intenta llevar el arco paralelo al puente y desconectan así los movimientos del brazo de los movimientos del antebrazo, sujetando el arco con dedos tensos y muñecas tensas.
Sin embargo, cuando quieren tocar rápido, especialmente en el talón, descubren que tienen que relajar la tensión de los músculos entorno a la muñeca y que tienen que usar la movilidad de la mano. Este “descubrimiento” era la base de la antigua forma de tocar el violín alemana “mit dem handgelenk” (con la muñeca), que en gran medida sigue presente hasta la fecha también aquí con nosotros. (Checoslovaquia)
Cuanto más avanzada es la técnica del arco, más articulada a nivel de movimiento es (más compleja).
La movilidad de los dedos queda a menudo sin utilizar, movilidad muy importante para realizar cambios de arco suaves en el talón y para llevar a cabo cambios en las luces y sombras dinámicas. Sólo cuando por primera vez introducimos a la técnica del arco la movilidad de los dedos, es decir, cuando aprovechamos la coordinación del movimiento de las 18 partes del brazo, crearemos las condiciones para la técnica del arco de mayor rendimiento.
Al llevar a cabo acciones con el arco usamos también la coordinación de las articulaciones de los dedos.
La inmovilidad de las cuatro principales partes del brazo (dedos, mano, antebrazo y brazo) es, en los principiantes y a veces en los violinistas más avanzados, debida al exceso de tensión muscular. Recordemos, como el principiante sujeta inútilmente fuerte el arco, cómo aprieta los dedos sobre las cuerdas, hasta que con el desmedido esfuerzo su brazo pareciese ser de madera.
Por eso, un primer e importante paso para un correcto dominio del arco es generalmente relajar la tensión muscular del brazo; sobretodo relajarlo en aquellas posiciones del brazo que explicamos en el capítulo anterior, eran las más ventajosas. No relajaremos por ejemplo tanto el brazo como para que el codo descienda hacia el cuerpo al tocar en la cuerda Sol (G).
A la coordinación del movimiento también le pertenece la capacidad de cambiar diferenciadamente la tensión muscular.
La velocidad de los movimientos y la relajación están directamente relacionados y son dependientes. Los movimientos lentos del arco deben llevarse a cabo correctamente sin grandes cambios de tensión muscular, los rápidos requieren sin embargo músculos relajados y movimiento.
Para darnos cuenta de los cambios de tensión en el brazo derecho, es útil golpes de arco lentos en f con golpes de arco rápidos en p por ejemplo:

en diferentes partes del arco, o

Liberamos la tensión innecesaria del brazo derecho con movimientos rápidos combinados con la tendencia a relajarse.
De aquello que ha sido expuesto, se constata que es necesario practicar primero la movilidad de cada parte del brazo derecho dándose cuenta al tiempo de los cambios en la tensión muscular. No se puede sin embargo practicar los movimientos de manera del todo separada, si no queremos restringirlos únicamente a movimientos gimnásticos, que, sin control del sonido, no suelen ser útiles. Tenemos que conformarnos con aquellos ejercicios, en los que un tipo de movimiento del brazo “manda” y sobresale por encima del resto.
Si introducimos pues ejercicios con los que relajaremos los dedos, la muñeca, el antebrazo y el brazo, es decir, aquellos ejercicios que permitan separar su movimiento del movimiento de todo el brazo.
Para alcanzar la coordinación de todo el brazo, trabajamos practicando la coordinación de cada parte del brazo antes (dedos, mano, antebrazo, brazo).
Movilidad de los dedos
Conocemos la función de los dedos de la manera más ejemplar cambiando rápido entre dos cuerdas haciendo détaché en el talón, por ejemplo:

Podemos de hecho cambiar de cuerda en cuerda también de manera que – sin rotar el antebrazo – con el efecto palanca presionamos o relajamos el final de la vara usando el dedo meñique y el anular; el golpe de arco lo realizamos con movimientos cortos y directos del antebrazo, con una mano y brazo inactivos.
Cambiar de cuerdas en détaché es un buen fundamento para la movilidad de los dedos.
Esta manera de “plegar” o doblar el arco las aprovechamos para estudiar la movilidad de los dedos. Dado que al principio es difícil cambiar el arco entre cuerdas vecinas usando el modo propuesto anteriormente, dividimos pues los movimientos que contiene: realizamos el movimiento del antebrazo (pasar el arco) por separado y el movimiento de los dedos también por separado, en cuatro fases ver ejemplo:

Fase 1: Golpe de arco corto hacia abajo con el movimiento del antebrazo; los dedos, especialmente el meñique, están doblados (imagen 15).
Fase 2: Sin que se oiga, cambiamos (doblamos/plegamos) el arco a la cuerda vecina de forma que solo estiremos o presionemos el meñique como en una palanca (imagen 16) sin realizar movimiento de rotación alguno por parte dl antebrazo.

Fase 3: Movimiento corto arco arriba con un movimiento del antebrazo; los dedos quedan estirados desde antes.
Fase 4: Sin que se oiga, cambiamos el arco de nuevo a la cuerda más grave a la posición de partida del brazo y los dedos flexionando el meñique y los dedos vecinos. (imagen 15)
La movilidad de los dedos la estudiamos al principio descomponiendo movimientos plegados (en 4 fases).
Después de esta preparación, estudiamos la movilidad de las falanges de los dedos en coordinación con los movimientos del antebrazo: dejamos de lado la fase 2 y 4 es decir, tocamos el ejercicio sin los silencios. Los dedos los estiramos y doblamos en el instante de cambiar el sentido del arco, no antes. (ver ejemplo del ejercicio 2 anterior).
El ejercicio anterior es útil únicamente si se hace de manera consciente, de manera guiada, no militar ni automáticamente.
Los dedos (sobretodo el meñique) los doblamos y estiramos al cambiar de cuerda al mismo tiempo que realizamos el cambio de sentido del arco.
Esta forma de alternar cuerdas no es la forma definitiva, se trata de un ejercicio con el cual desconectamos la movilidad de su unión con otros movimientos.
Los estudiamos al principio – al igual que todos los ejercicios para el arco – usando cuerdas libres, más adelante los aplicamos en dobles cuerdas descompuestas. Conseguiremos mejores resultados si los tocamos saltando una cuerda de por medio (en vez de en cuerdas vecinas). Volvemos con regularidad diaria a hacer estos ejercicios durante unos cuantos meses y después, siempre y cuando los movimientos de los dedos se hallen “oxidados”.
Intensificamos la movilidad de los dedos tocando al talón con una cuerda de salto de por medio.
Movilidad de la muñeca
En la muñeca hay dos: derecha-izquierda, es decir, en dirección al meñique o al índice, y la movilidad arriba-abajo es decir hacia el dorso o hacia la palma de la mano (mientras tanto nos imaginamos en la posición usada para tocar el piano).
La muñeca se mueve 1. derecha-izquierda 2. arriba-abajo 3. combinadamente

Al tocar necesitamos a menudo esa coordinación combinada con preponderancia de la movilidad arriba-abajo. La practicamos con golpes de arco cortos y rápidos al talón sobre la misma cuerda. Relajaremos los músculos de manera sencilla si levantamos el índice y el meñique (imagen 17).
Colocamos el arco sobre la cuerda con normalidad, a unos 10 centímetros del talón, acto seguido levantamos ambos dedos ya citados y con un simple movimiento de la mano y la muñeca con un antebrazo, brazo y dedos inmóviles repetimos rápido, pero relajadamente el mismo sonido.
Practicamos la movilidad de la muñeca repitiendo sonidos al talón con una sujeción del arco sin la ayuda del índice y el meñique. (imagen 17)
Aún más eficaces son los ejercicios del ejemplo número 3 tocados al talón, sin movimiento del antebrazo y del brazo solamente coordinando los movimientos de la mano y los dedos.

En el primer caso (todo arcos arriba) los dedos al colocar el arco sobre la cuerda se encuentran estirados y la mano desciende. (Imagen 18). Levantamos la mano hasta alinearla con el antebrazo al mismo tiempo que doblamos los dedos sin mover el antebrazo; de esta forma el arco se alejaá de la cuerda (imagen 19) y se oirá un sonido corto.

En el segundo caso (todo arcos abajo) el proceso es el contrario: comenzamos con la muñeca recta y los dedos doblados (imagen 19); descendemos la mano al mismo tiempo que estiramos los dedos (imagen 18) y abandonamos la cuerda.
En ambos casos se genera un movimiento bifásico (V Π o Π V) bastante corto, pero no tenso. Si queremos asegurarnos de que no movemos el antebrazo, apoyaremos el antebrazo o la esquina de un armario. (ver anexo VIII).
La movilidad combinada de la muñeca y los dedos la practicamos con golpes de arco cortos (ejemplo n.3) en el talón sin movimientos de antebrazo.
Movilidad del antebrazo:
El antebrazo puede realizar
- movimientos directos en los cuales el ángulo del codo cambia; son parte de la inmensa mayoría de las acciones del arco.
El paso del arco lo ejecutamos mayoritariamente con movimientos directos del antebrazo.
2. movimientos cónicos: el antebrazo describe un cono con su parte superior en el codo. Estos movimientos se aplican especialmente cuando cambios rápidamente de cuerda al tocar en medio o en la parte superior del arco. Practicamos al principio sobre cuerdas libres (ejemplo 4) y después en aplicación (ejemplo 5).

El arco está perpendicular a las cuerdas, (tocamos con todas las crines), las demás partes del brazo permanecen inmóviles.
Los movimientos plegados en la parte superior del arco los hacemos mayoritariamente con movimientos cónicos del antebrazo.
Si tocásemos estos ejercicios con la parte inferior del arco, ayudaríamos a la suavidad del desplazamiento del arco a condición de que aprovechásemos la movilidad de los dedos, es decir, Π doblaríamos los dedos y V los estiraríamos, y mientras tanto la mano y la muñeca no se moverían.
Los movimientos plegados al tocar en la parte inferior del arco los realizamos con la ayuda de unos dedos móviles y sin ayuda de la mano.
Al incrementar la velocidad de los movimientos plegados estos generan una nueva característica en el arco: el rebote. Ahora es pertinente usar esto para los saltos dejando una cuerda o varias de por medio; el arco sin embargo no se alejará perceptiblemente de la cuerda, surgirá sin embargo la mitad de condiciones de rebote necesarias para el spicatto. El exceso de rebote lo moderamos presionando la vara con el índice, o al contrario aumentamos el rebote relajando más los dedos y el antebrazo. En estos ejercicios podemos inmovilizar el brazo apoyándolo contra la esquina de un armario.
Al tocar cambios de cuerda rápidos con cuerdas de por medio, ayudamos con un ligero rebote del arco.
3. Movimientos rotatorios: movimiento con el que por ejemplo giramos una llave en una cerradura. De manera desapercibida nos ayudamos de este movimiento para obtener más sonido y al cambiar el arco de cuerda. Puede ser sustituido o complementado con movimientos del brazo o de los dedos.
Con los movimientos rotatorios del antebrazo por un lado cambiamos la fuerza del sonido y por el otro lado ayudamos a los movimientos plegados del arco.
Nos damos cuenta del movimiento rotatorio cuando cambiamos de cuerda en el ejemplo n.4 en el talón usando solamente movimiento rotatorio con ayuda del movimiento cónico del antebrazo, es decir con el brazo apoyado y con los dedos y la mano inmóviles.
Es muy útil añadir en este ejemplo n.4 el movimiento rotatorio con movimientos coordinados de los dedos: conoceremos así la dureza de los movimientos plegados en el primer ejemplo citado y un mucho mayor control del manejo en el segundo ejemplo citado. Con ello se nos aclarará también el sentido de la movilidad de los dedos.
El ejemplo n.4 puede ser tocado de una tercera manera, sustituyendo el movimiento rotatorio por un movimiento del brazo. Aún con este método se consigue llevar a cabo satisfactoriamente los movimientos plegados del arco.
El mejor de todas es sin embargo una cuarta forma cuando el movimiento plegado del arco se lo reparten el brazo, el gesto rotatorio y los dedos (sin la mano); surge sin embargo una coordinación mucho más compleja que será descrita más adelante.
Tocar al talón saltando cuerdas de por medio podemos realizarlo de varias formas: 1. con un movimiento rotatorio del antebrazo 2. con la coordinación de los dedos 3. con el brazo combinando las tres maneras descritas.
Movilidad del brazo
desde la articulación del hombro puede ser directa, por ejemplo arriba-abajo, delante-detrás o en giros. El brazo también tiene capacidad de movimiento rotatorio, como el antebrazo, puede, hasta cierto punto, girar sobre su propio eje. Con movimientos directos arriba-abajo corregimos la posición del brazo para tocar respecto a ciertas cuerdas (para tocar en la cuerda Sol/G el brazo está levantado; para tocar en la cuerda Mi/E está abajo, al lado del cuerpo). Pero incluso en un golpe de arco largo en la misma cuerda el brazo asciende (al hacer V ) o desciende (al hacer Π).
El codo (brazo) está más alto o más bajo en función de la cuerda en la que tocamos y dependiendo de la zona del arco (al talón, a la punta, etc…).
El brazo ayuda con movimientos directos delante-detrás a llevar el arco en paralelo con el puente al tocar con el arco entero: al tocar en medio del arco el codo (brazo) se encuentra lo más atrás y cuando tocamos en la punta se encuentra lo más delante. Un movimiento ligero e irregular de rotación del brazo lo realizamos en cada golpe de arco largo, para que podamos alinear el antebrazo con la mano, levantamos pues hasta cierto punto el brazo (codo).
El codo (brazo) se mueve delante-detrás para garantizar que el arco vaya en paralelo al puente.
El movimiento vertical del brazo (arriba-abajo) aparece naturalmente al tocar entre cuerdas, dejando cuerdas en medio; esta es por eso la forma básica idónea para practicar la movilidad del brazo.
En el ejemplo n.4 el movimiento vertical del brazo se lleva a cabo habitualmente al mismo tiempo que el cambio de sentido del arco. El intento de cambios de cuerda que no se oigan en las cuerdas centrales lleva a un movimiento plegado rápido. Eso, hasta cierto punto provoca que el arco aterrice en la siguiente cuerda demasiado rápido, que el peso del codo, cuando la mano desciende, se muestre con un acento y que con el siguiente golpe de arco, el arco tiemble.
Eso se puede impedir – solamente en los golpes de arco lentos – solo si “desmenuzamos” y aislamos el cambio de sentido del arco del movimiento del brazo. Y eso lo haremos de tal forma que desplazaremos el codo (es decir el brazo y el antebrazo) a una posición cercana a la cuerda que tocaremos a continuación antes de haber realizado el cambio de cuerda con el arco; solo cuando el codo haya sido estabilizado cambiaremos el arco a la siguiente cuerda. Dicho de otra forma: enviaremos el codo de antemano en el sentido de la cuerda que vamos a tocar a continuación y el arco después.
En forma de truco: primero codo, luego arco!
La movilidad de altura del brazo la practicamos tocando détaché entre cuerdas, dejando cuerdas de por medio; primero de forma separada; movimiento del brazo por un lado y cambio de sentido del arco por otro.
Para este movimiento del brazo estudiamos de nuevo en preparación, con pausas, en tiempos, parecido como el ejercicio de movilidad de los dedos (ejemplo 6).

En las pausas realizamos dos movimientos: en la primera pausa el movimiento señalado con una flecha (ꜜꜛ), en la segunda pausa realizamos el cambio imperceptible a la cuerda siguiente, el movimiento plegado, señalado con el asterisco (*). Plegaremos el arco con movimiento de altura del antebrazo, en el talón usando además un movimiento rotatorio. Reforzaremos la muñeca porque su ayuda ocasionaría un cambio en la inclinación del arco y una mayor capacidad de rebote del arco. Los dedos no les forzaremos a ser móviles.
Después de este ejercicio de preparación le sigue uno propio de ejercitación de la movilidad del brazo: abandonaremos los silencios y el movimiento anticipatorio del brazo lo realizaremos al mismo tiempo que realizamos el tiro del arco, el cambio de sentido del arco al mismo tiempo que el movimiento plegado (ejemplo 7).
Al cambiar de cuerda con golpes de arco lentos, el codo (brazo) va por delante en el sentido de la cuerda siguiente y después le sigue el arco con su movimiento plegado con el cambio de sentido del arco.
La velocidad del movimiento plegado debería ser más bien lentamente arrastrada que precipitada. El movimiento debe realizarse según el ejemplo n.8 a continuación:

Evidentemente, la nota entre paréntesis no debe oírse; hemos indiciado así solamente el inicio del movimiento plegado del arco, durante el cual atravesamos la cuerda agarrada por el arco en el momento del cambio de sentido.
El movimiento plegado del arco al toca de manera blanda (sin acentuar) debe ser arrastrado, lento, no precipitado o repentino.
Los dedos aquí pueden ayudar si en el golpe de arco Π en la parte inferior del arco se dobla (sobretodo el meñique), en el golpe de arco V se estiran, y eso siempre en el momento de cambio del arco, no antes.
Con el ejercicio anticipatorio del movimiento del brazo (codo) relajamos el brazo derecho también en su parte alta y lo transformamos en más solicito y eficaz para las acciones conjuntas del arco que impliquen cambios de cuerdas.