El arco tiene funciones de varios tipos. Su función al generar el sonido es:
- equilibrar sus diferencias de presión (peso) sobre las cuerdas al tocar en diversas partes del arco;
- cambiar de una cuerda a la otra con movimientos plegados o abatidos;
- cambiar la velocidad de los golpes de arco;
- cambiar las dinámicas;
- aprovechar su capacidad de rebotar/saltar;
- interrumpir golpes de arco;
- combinar a placer las funciones anteriores
Al llevar a cabo todas estas acciones no nos servirá tener una única posición no cambiante de sujeción del arco, así como no nos servirá una única postura básica y un único estado de tensión muscular que no cambia.
La técnica del arco es tan difícil porque hace falta cambios frecuentes, prácticamente continuos de todos estos elementos (sujeción del arco, posición del brazo, tensión muscular y velocidad del movimiento).
Según la necesidad, cambiamos la posición del brazo, la sujeción del arco y la tensión muscular del brazo.
Si queremos describir pues la manera de sujetar el arco, elegiremos, como en el capítulo anterior, una situación de salida con el arco. Será la posición del brazo y la sujeción antes de colocar el arco sobre la cuerda Mi (E). Ver anexo I
Aprendemos a agarrar el arco de la siguiente manera:

- Sujetamos el arco con la mano izquierda agarrándolo por el talón y dejándolo en posición vertical, de modo que las crines queden a la izquierda y la vara a la derecha. Imagen 7.
- Apoyamos el pulgar (moderadamente doblado) en la frontera entre la vara y el talón, de forma que las crines estén cerca de la primera articulación del pulgar. (imagen 8). El brazo derecho está junto al cuerpo. El brazo y el antebrazo forman entre sí un ángulo recto (90 grados).
- Justo enfrente del pulgar colocamos los dedos medio y anular uno al lado del otro sobre la vara, de tal forma que toquen la vara del arco con su primera articulación y para que el pulgar apunte entre ellos. Doblamos ambos dedos en su primera articulación para que hasta cierto punto “envuelvan” o rodeen la vara. Ver imagen 4 cap.1

4. El índice lo colocamos sobre la vara a una distancia de entre 1/2 y 1 centímetro del dedo medio. El índice se encuentra tocando la vara directamente con su primera articulación, no rodea la vara sin embargo.
5. El meñique doblado lo colocaremos desde arriba sobre la vara también a una distancia de entre 1/2 y 1 centímetro del dedo anular. (imagen 9) Los motivos de esta sujeción ancha se encuentran detallados en el capítulo anterior.
Aprendemos a agarrar el arco al principio de manera gradual (paso a paso).
Esta manera gradual de agarrar el arco la aprende el principiante en las primeras lecciones. La complementa de un lado haciendo movimientos rotatorios a ambos lados (imagen 10), por otro lado levanta separadamente cada dedo (salvo el pulgar) ya sea en posición vertical u horizontal (imagen 11). Asimismo estiran y flexionan los dedos que sujetan el arco y mueven la mano desde la muñeca para reducir la rigidez inicial.

El control inicial del arco lo aceleraremos al hacer ejercicios gimnásticos con el arco.
El error más común – sujetar demasiado fuerte el arco – lo eliminaremos alternando una sujeción fuerte del arco con una relajada.
El agarrotamiento muscular lo superamos ya desde las primeras clases de violín.
Cuando ya sabemos sujetar el arco, lo colocamos sobre la cuerda mi (E): lo acercamos despacio hacia la cuerda de forma que aterrice sobre la cuerda sin hacer ruido.
La colocación del arco sobre la cuerda hay que practicarla sobre todas las cuerdas y sobre todas las partes del arco, cuanto más cerca de la punta tanto más difícil resulta. No hacemos descender el arco sobre la cuerda desde la altura con movimientos deslizados, suena casi siempre muy bruto. Los movimientos de colocación del arco sobre la cuerda desde arriba los utilizaremos únicamente, cuando queremos expresar deliberada y con ataque un enérgico. Los principiantes deberían mejor no utilizar al principio en absoluto esta manera de colocar el arco sobre la cuerda.
Colocar el arco sobre la cuerda de manera imperceptible (sin ruido) debe saber hacerlo y acostumbrarse a ello también el principiante.
En mitad del arco sobre la cuerda Mí (E) conviene hacer golpes de arco cortos, moviendo únicamente el antebrazo. Si queremos hacer golpes de arco así en el resto de cuerdas La (A), Re (D) y Sol (G) tenemos que levantar de manera proporcional el brazo (el codo), para que mantengamos la línea recta entre el antebrazo y la mano. Al tocar la cuerda Sol (G), el codo no debe estar por encima de la muñeca.
Los golpes de arco cortos en medio del arco los tocamos con simples movimientos del antebrazo.
Para tocar con arcos cortos y lentos en el talón doblamos un poco la muñeca y reducimos el ángulo entre brazo y antebrazo. Los golpes de arco cortos los realiza el antebrazo con una pequeña colaboración del brazo. (Cabría tocarlos de otra forma más compleja: con la coordinación de todas las partes del brazo). Inclinamos el arco de forma que tocamos con la parte derecha de las crines. Los movimientos y golpes de arco rápidos al talón son más complicados y serán tratados en el capítulo siguiente.
En la parte inferior del arco, tocamos con el arco inclinado con la parte derecha de las crines.
Los golpes de arco cortos en la punta, ya sean rápidos o lentos, se tocan solamente con el movimiento del antebrazo, sin movimientos de ayuda de los dedos o de la muñeca. (La única excepción es el llamado tremolo orquestal, que se toca con movimientos rápidos de la muñeca). La muñeca está ligeramente descendida. El ángulo del brazo con el antebrazo es obtuso. Se toca la mayoría de las veces con todas las crines.
Los golpes de arco cortos en la punta se tocan solo con el movimiento del antebrazo (desde el codo).

Para desarrollar presión sobre el arco, hace falta sujetarlo de otra forma: el índice y el resto de los dedos se inclinan hacia la vara del arco, de forma que el anular y el meñique quedan paralelos. Con esto cambia el sentido de los dedos hacia la vara: ya no es de ángulo prácticamente recto, sino diagonal. Imagen 12.
Al tocar en la punta, inclinamos los dedos (el índice) hacia la vara del arco.
Los golpes de arco separados en mitad del arco, en el talón y en la punta son los primeros ejercicios sonoros de los principiantes. La tarea del profesor es controlar en todo momento la posición de las manos del alumno, su manera de sujetar el arco y su tensión muscular en el brazo.
Al enseñar a principiantes, partimos de arcos cortos hacia arcos largos más tarde.
El golpe de arco con todo el arco se considera erróneamente a veces como fácil. Algunas escuelas de violín incluso empiezan la enseñanza con este golpe de arco. Es, sin embargo un golpe de arco muy complejo porque para conseguir un tono estable (de la misma intensidad) se necesitan 5 acciones:
- Equilibrar pesos diversos del arco sobre la cuerda en distintas de sus partes, por partes y según la cuerda. Sobre la cuerda actúa el peso aproximado de la parte superior del arco que se encuentra a partir del punto de contacto de las crines con las cuerdas. Una influencia importante la ejerce también el sentido (la posición) del arco. En la cuerda Mi (E) el peso propio del arco es marcadamente menor que en la cuerda Sol (G). Cuando tocamos al talón, contrarrestamos el peso indeseado del arco aligerando su peso con un contrapeso a través del meñique. En la punta al contrario, complementamos el peso faltante del arco – a no ser que estemos en golpes de arco pp – apretando el índice contra la vara del arco.
El propio peso del arco sobre la cuerda cambia constantemente según el sitio de la cuerda y la cuerda sobre la que estamos tocando.
2. Llevar el arco en paralelo con el puente. Eso requiere la coordinación de las demás partes de la mano, no sólo de los dedos. Así el brazo realiza no solo movimientos de altura de arriba a abajom sino también movimientos de delante a detrás. El antebrazo además de su movimiento principal de deslizamiento se mueve también de manera rotada. La muñeca se dobla hasta cierto punto en el talón y en la punta.
Tocar con todo el arco se consigue con movimientos complejos.
3. Si queremos realizar la presión del índice sobre el arco de la manera más fácil, tocaremos con el arco lo más perpendicular posible o usando todas las crines. No es necesario en todo momento, sin embargo si por ejemplo queremos tener un golpe de arco fuerte y lento usando todo el arco, las ventajas de tocar con el arco perpendicular en la punta son evidentes.
Al tocar f en la punta es ventajoso tocar con todas las crines (arco perpendicular)
En el talón tocamos casi siempre con el arco inclinado, con el lado derecho de las crines, para que así moderemos el peso del arco. Al tocar con todo el arco debemos en algunos momentos cambiar por tanto la inclinación mientras ejecutamos el golpe de arco. Lo realizamos al rotar el antebrazo con la ayuda de un brazo elevado o descendido, a veces también rotando la inclinación del arco sobre nuestro pulgar.
En el transcurso de un arco entero cambiamos la inclinación del arco.

4. Al tocar en el talón, la mano puede estar más relajada que al tocar en la punta del arco porque no ejerce presión sobre la vara. Servirá a los dedos un sentido aproximadamente perpendicular a la vara; es lo más natural (requiere el menor esfuerzo). Al hacer golpes de arco que requieren del arco entero es necesario cambiar el sentido de los dedos respecto de la vara de forma que al tocar en la punta estén inclinados en la “posición inclinada”. Imagen 12.
Los dedos sujetan el arco diferente en el talón que en la punta al tocar.
5. Si la mano en el talón está relajada y en la punta está tensa, es necesario cambiar la tensión muscular en el transcurso del golpe con todo el arco.
Al hacer golpes de arco con todo el arco la tensión muscular cambia.
De estas reflexiones se concluye que al tocar con todo el arco cambiamos 1. la sujeción del arco (relajado-tenso) 2. la posición de todo el brazo, 3. la inclinación del arco y 4. la tensión en la mano. Al alcanzar esta coordinación entre todos estos elementos que por primera vez tenemos maestría sobre este complejo golpe de arco.
Los golpes de arco de arco entero los practicamos deliberadamente cambiando la sujeción del arco al tocar, de forma que, en la parte inferior del arco tocamos con el índice levantado (imagen 13) y en la parte superior del arco levantando el meñique (imagen 14); dicho de otra forma, levantamos los dedos en cuanto dejamos de necesitar su función.

Ambos dedos extremos son por tanto alternados sobre la vara a la altura de la mitad del arco: cuando colocamos el índice sobre la vara (en mitad del arco) levantamos al mismo tiempo el meñique o viceversa. Este ejercicio es útil tanto para principiantes como para virtuosos. Posteriormente sustituimos el levantamiento de ambos dedos con una toma de conciencia de los cambios de presión en estos dedo para no generar el hábito de levantar los dedos.
Ejercicio fundamental de golpes con todo el arco: marcamos la función del índice y del meñique levantando los dedos sin función.
Al realizar golpes de arco con el arco entero, no utilizamos toda la longitud de las crines desde el aro metálico del talón hasta la punta. La experiencia nos ha enseñado que, la costumbre de llevar hasta el final el arco puede tener sentido al tocar despacio, sin embargo al tocar rápido nos lleva casi invariablemente a encuentros disruptivos del arco con la cuerda; en la punta puede producir que el arco se enganche a la placa de la cabeza del arco. Por eso no utilizaremos arco abajo los últimos tres centímetros del talón y no utilizaremos arco arriba más allá del último centímetro antes de la punta.
No tocamos con el arco hasta los extremos.
Para la cultura de los arcos lentos y para la técnica de la mano derecha tienen mucho sentido los llamados ejercicios de minuto, es decir, golpes de arco lo más lentos y suaves posible (pp) ; un arco dura máximo 60 segundos.
Si son estudiados en dobles cuerdas son aún mejores. Si los tocamos el suficiente tiempo (15-30 minutos), calmaremos y relajaremos la mano de tal forma que después todas las demás acciones serán más flexibles y fáciles. Además nos daremos cuenta haciéndolo de lo importante que es poner resina en las crines despacio.
Los “golpes de arco de minuto” calman y relajan la mano derecha.
Al contrario que los “golpes de arco de minuto”, – los fortíssimos lentos – tienen una gran influencia en el “tono”. Si los tocamos lo más próximos posible al puente con vibrato, cuidando el uso y ahorro de la cantidad de arco así como la calidad del sonido. En la vara del arco marcaremos con tiza secciones de octavos de uso de las crines y según ellas ajustaremos la regularidad (velocidad estable) del golpe de arco. Una arcada dura unos 20 segundos.
Con los fortíssimos lentos entrenamos un tono intenso.
En lugar de fortísimos lentos podemos ensayar piezas lentas, adagios, etc, en un tempo (a una velocidad) dos o tres veces más lenta en un tono fuerte constante. Si volvemos a menudo a este ejercicio no podremos dejar pasar el impacto positivo que tiene en nuestra forma de tocar.TRADUCCIÓN EN MARCHA… PRÓXIMAMENTE MÁS…