El pulgar de la mano del arco es fundamental.
A mis alumnos les digo que es el que otorga la estabilidad que sentimos al coger el arco, es como el pie de aquellas antiguas balanzas de mercado con dos platos, sobre él descansa el peso del arco y de los dedos.
Es el pulgar el que nos garantiza que el arco sigue en la mano y no va a parar al suelo, una de las principales de las razones por las que solemos tensarlo, ya que a menudo inconscientemente tememos perder el control del arco y que se nos caiga.
El estado de la musculatura del pulgar influye en toda la mano por razones obvias, basta con mirar el tamaño de la musculatura del pulgar en comparación a la del resto de los dedos y su conexión con la estructura de la mano.
El primer ejercicio que recomiendo para flexibilizar el pulgar es este:
Como véis consiste en hacer movimientos lentos y tranquilos hacia arriba, abajo, delante, detrás y en círculos dejando reposar el arco únicamente sobre el pulgar.
Al hacerlo os daréis cuenta de que el pulgar se tensa y queda rígido, ello se debe a la sensación de miedo de que caiga el arco que mencionaba antes. Es importante hacer el ejercicio intentando darse cuenta de esto y relajar el pulgar y la mano en general a la par que se hace el ejercicio.
Uno de los motivos principales por los que no reparamos en el pulgar es porque anda por ahí debajo, escondido y sin embargo, cuando entendemos que sobre él descansa el arco por medio de la gravedad y eso no nos imposibilita moverlo, eso nos lleva un paso más cerca de perder el miedo, flexibilizarlo y por ende a flexibilizar mejor toda la mano.
Y el siguiente ejercicio también es muy bueno para este fin:
Se puede hacer como aparece en el vídeo o bien tocando una nota larga, suave y constante con el violín a la par que se van realizando esos movimientos de balanceo del pulgar suavemente.
El objetivo de estos ejercicios es flexibilizar el dedo y la mano, por ello, no es recomendable hacerlos de manera mecánica y con la atención distraída. Sino más bien durante muy poco tiempo, con mucha atención y con consciencia corporal de lo que se está haciendo.
De esta forma nos aseguramos de entender lo que hacemos en vez de repetir sin comprender lo que ocurre. La atención y la investigación además nos llevarán a entender las peculiaridades de nuestras manos, cosa que es fundamental para poder adaptarnos a la hora de tocar el violín.
Espero que os haya sido de utilidad y hasta pronto.
Marko